En tiempos de conflicto los niños son secuestrados en sus hogares, las escuelas y los campamentos de refugiados. El secuestro de niños a menudo da pie a otras violaciones contra los niños como el trabajo forzado, la esclavitud sexual y el reclutamiento. Muchos niños también son objeto de la trata transfronteriza. Las partes en conflicto se han valido de esa práctica en el marco de sus campañas sistemáticas de intimidación y represalias contra la población civil.
Prohibición con arreglo al derecho internacional
El secuestro de niños en contra de su voluntad y la voluntad de sus tutores adultos, bien temporal o permanentemente, es ilegal con arreglo al derecho internacional. Ese acto puede constituir una grave violación de los Convenios de Ginebra e incluso un crimen de lesa humanidad y un crimen de guerra.;